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Las manos y los pies fríos o helados pueden ser un signo de mala circulación sanguínea, cuando la sangre tiene dificultad para pasar por las venas y arterias, pero también cuando una persona está expuesta al frío durante mucho tiempo.
Los bebés también tienden a tener extremidades frías y esto, en la mayoría de los casos, no está relacionado con ninguna enfermedad vascular o cardíaca.
Se pueden sospechar problemas cardíacos cuando la persona tiene, además de pies y manos fríos la mayor parte del tiempo, otros síntomas como hinchazón en piernas y pies o sensación de desmayo, por ejemplo.
Principales causas de pies y manos fríos
Las manos y pies fríos o helados pueden ser consecuencia de la baja sensibilidad de la persona a temperaturas más bajas, haciendo que las extremidades se vuelvan más frías y violáceas, pero también pueden ser un signo de problemas relacionados con la circulación sanguínea, como:
- Enfermedad cardíaca, como insuficiencia cardíaca;
- Aterosclerosis;
- Arteritis, que es la inflamación de las arterias de la cabeza;
- Vasculitis, que es una inflamación y alteración de la forma de los vasos sanguíneos;
- Problemas de riñon;
- Uso excesivo de alcohol;
- De fumar;
- Enfermedades de la tiroides;
- Deficiencia de hierro en el cuerpo;
- Ansiedad o estrés.
Si se percibe que las manos o los pies están fríos incluso en ambientes calurosos, es importante acudir al médico para que le hagan las pruebas y, así, es posible identificar la causa e iniciar el tratamiento. Suele ser indicativo de problemas cardiovasculares cuando aparecen otros síntomas, como hinchazón en piernas, pies o manos o sensación de desmayo, por ejemplo.
Cuando ver a un doctor
Es importante acudir al médico de cabecera o cardiólogo cuando, además de manos y pies fríos, la persona presenta otros síntomas, como:
- Puntas de los dedos muy blancas, conocidas en algunos lugares como "sabañones";
- Uñas violáceas;
- Hinchazón de piernas y pies;
- Sensación de hormigueo en las extremidades del cuerpo;
- Dolor en las pantorrillas al caminar;
- Sensación de desmayo;
- Aumento de la frecuencia cardíaca;
- Cansancio frecuente.
Así, es importante que se realice el reconocimiento médico y que se reporten los síntomas presentados, cuando comenzaron, si hay algún familiar con cardiopatía, por ejemplo, y si los síntomas se hacen más evidentes en algún momento del día, como después de comidas, al levantarse por la mañana o después de realizar esfuerzos.
Después de la evaluación física, el médico puede ordenar algunas pruebas, como hemograma, análisis de orina y otras específicas del corazón, como electrocardiograma y ecocardiograma, según la edad y la historia de vida de la persona.
Cómo tratar la mala circulación
El tratamiento de la mala circulación sanguínea puede incluir el uso de medicamentos para mejorar la circulación, diuréticos, una dieta especial guiada por un nutricionista y también algunos ejercicios para fortalecer los músculos y activar la circulación.
Se recomienda beber abundante agua todos los días, para hidratar el cuerpo y liberar las toxinas acumuladas, además de caminar al menos 30 minutos todos los días para estimular la circulación sanguínea. Consulte algunas opciones de tratamiento para la mala circulación.
Creado por: Equipo Editorial de Tua Saúde