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La intersexualidad se caracteriza por una variación en las características sexuales, los órganos sexuales y los patrones cromosómicos, lo que dificulta la identificación del individuo como hombre o mujer.
Por ejemplo, una persona puede nacer con apariencia física masculina, pero con una anatomía interna típicamente femenina, puede nacer con genitales con características femeninas y masculinas, o puede nacer con una variedad genética en la que algunas de sus células tienen cromosomas XX, que generalmente determinan el sexo masculino, y otros tienen cromosomas XY, que generalmente determinan el sexo masculino.
En algunos casos, las características de una persona intersexual son visibles al nacer, en otros solo se descubre durante la pubertad o en la vida adulta, y en algunas personas ni siquiera se manifiestan físicamente.
Posibles Causas
La intersexualidad resulta de combinaciones inusuales de los cromosomas X e Y que generalmente determinan el género. Además, es posible que el cuerpo de algunas personas no responda a los mensajes de hormonas sexuales de la forma habitual, lo que hace que las características sexuales no se desarrollen de la forma habitual.
Existen muchas variaciones de intersexualidad, algunas personas pueden tener ambos sexos, otras pueden tener una combinación de cromosomas sexuales diferente a la que se considera normal y otras pueden nacer con órganos sexuales bien definidos y los órganos internos corresponden al sexo opuesto o durante La pubertad produce hormonas que no corresponden a los genitales y, en estos casos, las personas pueden descubrir que son intersexuales solo en la pubertad.
Que hacer
Las personas intersexuales tienen dificultades para integrarse en la sociedad, ya que no tienen un sexo biológicamente definido, sino que están presionadas por la sociedad, que requiere una identidad sexual.
En algunos casos, se realizan cirugías en los genitales del bebé para determinar el sexo. Sin embargo, durante su desarrollo, se puede apreciar que el género no se corresponde con la identidad de la persona y, por lo tanto, lo ideal es esperar a que la persona se dé cuenta de cómo se siente, para decidir la cirugía que debe realizar o si es realmente necesario.
Creado por: Equipo Editorial de Tua Saúde